El otro día me dispuse a abrir un paquete de oreos, yo sentía como si no debia hacerlo, una fuerza proveniente de mi interior me obligaba dejar el paquete de 4 galletas oreos a un lado, lo dejé pasar pensando que era otras de mis tonterias, con un poco de maña conseguí abrirlo. Saqué la primera oreo, ignorante de lo que me iba a ocurrir, cuando introducí los dos dedos para poder sacar otra galleta, me encontré esto:
¡¡Una oreo devorando a otra de su especie!!Con la mirada atónita y mi pulso acelerado, me alejé lentamente de esa terrible escena.
Decidí que esto no podia quedar de esta forma, así que me apresuré a buscar mi kit ``investigando gilipolleces´´ y ponerme manos a la obra. No era una tarea fácil, debia buscar a alguien que me acompañara en esta terrible aventura, me saqué mi listado de teléfonos, en realidad, mi movil, y llamé ha alguien que pudiera ayudarme. Para no variar, el saldo de mi targeta mi tiempo, esta agotado, y solo podré recibir llamadas hasta el 25 de octubre, sino relizo un recarga. Era como si alguien me hubiera maldecido. Pensé que no debía perder mas el tiempo, en el reverso de todos los envases alimenticios te indica la fábrica u oficina de la compañía, corriendo como un poseído, me dispuse a entrar en la cocina y coger la caja de oreos, apunté la dirección en mi móvil, en realidad en mi pda, me puse el kit ``investigando gilipolleces´´ y me puse en marcha hacia mi travesía a la ciudad.
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Capt1-
El sudor me oxidaba la piel, mis pulmones parecían unas bolsas de papel, como las de los centros comerciales americanos, unos 38ºC me acompañaban en mi ruta hacia la ciudad. Mi afán de llegar a la ciudad para investigar sobre las oreos me había cegado, no pensé que desde mi casa de las afueras hasta mi punto de destino, la ciudad, había tantos kilómetros, yo estaba acostumbrado a estar en casa, e ir al pueblo solo en coche, pobre de mí.
En un último esfuerzo de subir aquella maldita cuesta, se divisó en el horizonte el campanario de la ciudad, empecé a pedalear mas y mas fuerte, me daba la sensación de que en cualquier momento, todas las articulaciones de mi cuerpo se fueran a dislocar. Por fin, llegué a la cima de la cuesta, detuve la bici y me bajé para tomar una bocanada de aire fresco. Me sentia como si hubiera llegado a la cima de una montaña. El resto de camino hacia la ciudad era cuesta abajo. Ya solo me quedaba disfrutar de la agradable caricia del aire, montarme en la bici,y dejar que la gravedad hiciera el resto.
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Capt2
Hacia 2 horas que habia salido de mi casa, deseando llegar, cuando porfin atravesé el cartel del nombre de la ciudad como si fuera la cinta de la meta de una carrera. La verdad, sólo habia ido para contratar a un piloto. La ciudad no era muy grande, era mas bien como un pueblo, solo tenia las típicas tiendas de ultramarinos y varios establecimientos, ah, y como no debe faltar, bares donde sus habitantes fueran a beber, fumar y ver el fútbol. El aeropuerto era muy pequeño, con tan solo una pista de aterrizaje, con un tráfico aereo de 3 aviones comerciales al dia, eso sí, la mayoria de los hangares estaban completos de avionetas con pilotos haciendo todo lo posible para conseguir clientela, eran como taxis aéreos. Dejé mi mountain bike con un candado en una farola. Al entrar en el aeropuerto, decenas de pilotos se acercaron como perros al ver una chuleta. Me sentia una estrella. No sabia cual elegir, centre mi atención, en un piloto que estaba apoyado en una columna fumandose un cigarrillo, corrí hacia él como si fuera mi salvación, él me dijo con voz tenue -sigueme-, eso hice.
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Capt3
En tres horas ya habia alcanzado mi destino, con un fuerte golpe a mi cartera, ya que tube que pagar al piloto. Estaba en la fábrica de oeros, después mas tarde, por desgracia, comprendí que no era una fábrica, sino lamentablemente, un campo de concentración. Entrar allí no iba a ser una tarea fácil. Fuí sorteando matorrales hasta llegar a la puerta, vigilada por 2 guardias. Cada 25 min los guardias se separaban e iban a hechar un vistado a los alrededores de las instalaciones, comprendí que esa era mi única forma de acceder. Al cabo de 25min se separaron, cogí mi pda, en realidad mi laptop (no se como, empecé con un listado de teléfonos, y he terminado con un ordenador portátil), y me acerqué a la puerta de seguridad. Tenia un mecanismo de identificación digital, fue tarea fácil, ya que estube en un curso intensivo de programacion y código malicioso. Una vez dentro, empecé a recopilar datos...
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Final
Nadie al abrir un paquete de oreos es consciente de la crueldad por la que han pasado antes. El proceso de fabricación es el siguiente:
1- Las oreos son seleccionadas mediante un exhaustivo control.
2- Las que dan la talla son llevadas a campos de concentración.
3- Allí las introducen en pequeñas bolsitas de 4 oreos.
4- Se les priva de alimento alguno.
5- El final. Son cerradas herméticamente.
En la foto mostrada anteriormente se aprecia como una oreo, en su búsqueda de la supervivencia, devora a otra de su especie justo en el momento en que fué envasada quedando sus cuerpos petrificados y mostrando esa terrible escena. Cuando valláis a comer oreos, pensáoslo dos veces.
FIN
DOCUMENTAL ELABORADO POR: NANDOLOGIA GEOGRAPHIC. TODAS LAS GILIPOLLECES MOSTRADAS EN ESTE TEXTO ESTAN, O NO, PROTEGIDAS POR COPYLEFT. (C) 2010
